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Vientos de libertad. Alejandro Basañez
Читать онлайн.Название Vientos de libertad
Год выпуска 0
isbn 9786074572285
Автор произведения Alejandro Basañez
Жанр Социология
Издательство Bookwire
—¡Educación mis huevos! Esa puta no pierde la esperanza contigo. —¡Toña por favor compórtate! El niño nos escucha.
—¡Vete a la chingada cabrón pito flojo!
Antonia se alejó furiosa del mesón con Indalecio de la mano.
El niño todavía volteó confundido dejando su media quesadilla sobre la mesa.
(1) Nauyaca Real (Bothrops asper) una serpiente crotalina venenosa que habita en sur de América del Norte, América Central y el norte de Sudamérica. Tiene una cabeza triangular (que identifica su peligrosidad), su cuerpo es de color café con una serie de manchas oscuras laterales en forma de triángulo bordeadas por una o dos líneas de escamas de color blanco. Cuando se sienten acorraladas son extremadamente peligrosas. Es probablemente una de las serpientes más peligrosas del mundo.
(2) Mientras, solo diré que el sermón del Dr Mier se dirigió á probar: que el evangelio había sido predicado en las Americas por el apóstol Santo Tomas: que este era el mismo barón célebre en las historias Mexicanas con el nombre de Quetzalcbhuatl (sincopado Quetzalcoatl). Historia de la revolución de Nueva España, antiguamente Anáhuac, o Verdadero origen y causas de ella con la relación de sus progresos hasta el presente año de 1813, de don José Guerra.
(3) En 1861 se descubrieron en la iglesia de Santo Domingo las momias de trece frailes. La iglesia fue saqueada por los liberales y las momias compradas por un cirquero argentino. Una de esas momias era precisamente la de fray Servando Teresa de Mier.
(4) Manuel Tolsá, (1756-1816). Fue un notable arquitecto entre el barroco y el neoclásico. Algunas de sus obras póstumas son la conclusión de la Catedral de México, el busto de bronce de Hernán Cortés, la estatua ecuestre de Carlos IV (considerada por algunos su obra cumbre, realizada de 1796 a 1803), el palacio de la Escuela de Minería, el altar mayor de la Catedral de Puebla, residencias como las del marqués del Apartado y la de Buenavista, los planos para el Hospicio Cabañas y de la Iglesia de Loreto, así como un proyecto de panteón civil.
(5) Un quintal es igual a 46 kilogramos, por lo que hablamos de 27.6 toneladas
(6) El Virrey de la Grúa no pudo ver la estatua final de bronce colocada al centro de la Plaza Mayor, pues fue retirado de su cargo en 1798, tras de la escandalosa cadena de actos de corrupción que le caracterizaron.
5 · Amores espinosos
Los españoles tuvieron una clara superioridad sobre los demás pueblos: su lengua se hablaba en París, en Viena, en Milán, en Turín; sus modas, sus formas de pensar y de escribir subyugaron a las inteligencias italianas y desde Carlos V hasta el comienzo del reinado de Felipe III España tuvo una consideración de la que carecían los demás pueblos. Voltaire
La húmeda celda de Fray Servando Teresa de Mier en San Juan de Ulúa fue visitada por el teniente Rodolfo Montoya. Unos meses atrás, el Domingo de Ramos a las tres de la mañana para ser precisos, Fray Servando fue conducido por soldados fuera de la Ciudad de México rumbo a Veracruz. El polémico cura fue escoltado desde la capital a la prisión del puerto por el eficiente militar español, conocido del virrey y del arzobispo.
Montoya estaba maravillado con las ideas flamígeras del cura. Ganas no le faltaban de liberarlo, la cuestión era que el destierro del cura era orden directa del virrey y el arzobispo, algo imposible de eludir, bajo el riesgo de morir en el paredón por traición al marqués de Branciforte.
El cura sufría de altas fiebres que fueron curadas por la atención directa que Montoya prestó al prelado caído en desgracia. Aunque el fraile debía estar en total reclusión, sin visita de nadie, Rodolfo se jugó el puesto atendiendo y evitando que un personaje tan importante en la historia del virreinato, pereciera consumido por aquel infierno del puerto, como otros tantos presos antes que él.
—Te expones demasiado, hijo. El arzobispo, si es posible, me quisiera muerto antes de embarcarme para España.
—Pues no lo permitiré, padre. Mi misión termina una vez que usted haya puesto pies en el barco. Jamás me lo perdonaría el verlo morir en esta celda inmunda, sin que yo haga algo.
—Espero no perjudicarte con esta noble acción de tu parte, hijo.
Montoya acercó la cuchara sopera con el delicioso caldo de res. Los guardias del alcázar, era un hecho que habían corrido el chisme de que en Ulúa, Rodolfo Montoya se desvivía por atender al infeliz que había dicho que la Santa Virgen era una indita insignificante de un cerro árido en Tenayuca.
—Tengo una duda, padre.
—¿Cuál hijo?
—Israel está muy lejos de América, padre. Nadie sabía que todo esto existía hasta que Colón lo descubrió hace tres siglos. ¿Cómo diablos le hizo Santo Tomás para cruzar el océano y llegar hasta acá? Fray Servando esperó a que el delicioso trozo de carne del
caldo viajara a su reducido estómago para contestar.
—Quizá el mismo Cristo lo transportó, como en la Biblia dice ocurrió con Jonás y Ezequiel. Los misterios de Dios son inalcanzables e incomprensibles, hijo.
Montoya dejó que el prelado tomará el plato y la cuchara él mismo. La mejoría del cura hereje era sorprendente.
—¿Entonces la Tonantzin es una diosa azteca que ha estado en ese mismo cerro por siglos antes de la llegada de los españoles? —Así es, hijo. No tiene nada de española, ni la trajo ningún gachupín de la conquista como la generala de Los Remedios, que
trajo Juan González de Villafuerte.
—¿Y todo este castigo que usted sufre es sólo por su sermón del día de la virgen?
Fray Servando rascó con su mano derecha su abundante barba. No se rasuraba desde diciembre, mes en que fue aprehendido.
Acomodándose sus lentes de aro prestó atención a la pregunta contestando:
—El arzobispo odia a los criollos, Rodolfo —Montoya sonrió al escuchar su nombre y no el hijo con el que lo llamaba al inicio—. Además de ser un ignorante empecinado en engrandecer todo lo español sobre lo indígena. No me soltará el cuello hasta asfixiarme. Entre más lejos esté de él mejor.
—¿Qué es lo mejor para la Nueva España, padre?
—Romper con España y buscar la independencia, Rodolfo. Debemos seguir el ejemplo de los Estados Unidos. Si unimos todas las federaciones en un solo gobierno destacaremos sobre España como una nación soberana e independiente. Tenemos todo para ser autónomos. No es justo que toda la plata y el oro viajen a España.
—Decirlo suena fácil, pero el hacerlo es lo difícil.
—Si en verdad quieres participar en esto y lograrlo, busca unirte con gente de influencia y poder, Rodolfo. Qué mejores aliados para esto que los sacerdotes criollos. Busca su alianza y verás que habrá una luz de esperanza.
—¿Por qué ellos y no militares como yo?
—Porque nadie, mejor que los curas, conocen la injusticia que se cierne desde hace tres siglos sobre los indígenas. Ellos saben que en cierto modo se han coludido con la corona española para permitir esta explotación. Hombres como Fray Bartolomé de las Casas pusieron un grito de basta al imperio, pero la explotación no desapareció por completo. Los indios son los verdaderos dueños de este territorio. Si los indígenas son dirigidos por una fuerza religiosa superior se pueden convertir en ejércitos peligrosos para los virreyes. Eso cerdos son la fuerza opresora que ha tenido su bota sobre el cuello de los hijos de Moctezuma desde que Cortés conquistó México.
—¿Y los militares criollos?
—Ellos son los generales que deben dirigir a las huestes que exalten los religiosos. Si se lograse unir